Me permito proseguir con información sobre el tema que aquí se
trata y, aún que pueda parecer en principio reiterativa, he de
proporcionar datos singulares para abordar aspectos también de esa denominación.
Los Incas son quienes
desarrollaron un camino, camino que heredaron de sus antepasados y, lo
conformaron cual espina dorsal que permite atravesar seis países, desde
Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile hasta Argentina; un hecho arqueológico
considerado el más grande del mundo: el Qhapaq Ñan, el cual llegó a tener una
extensión de más de treinta mil kilómetros. Siendo la vía que recorre a
los Andes, la complejidad de tramos que atraviesa propende a manifestaciones de
algún modo creativas para continuar el trayecto, así se construyeron puentes colgantes
hechos de fibras vegetales y, el denominado Q´eswachaca resulta ser el único
que continua latente, ello en el distrito de Q´ewe ubicado en la provincia de
Canas en Cusco-Perú, en tanto atraviesa el rio Apurimac a 3700 msnm.
Cada año cuatro comunidades
de la zona: Huinchiri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Pelcaro se reúnen para
renovar dicho puente; en principio se busca una fibra natural de apariencia
similar a la paja, pero de mayor resistencia (durante el proceso de recolección
se mambea coca para resistir la jornada), ésta se deja un día al sol para
secar, después es golpeada con piedras para ablandarla y se la remoja para
pasar al proceso de creación de trenzas que han de conformar el puente, en que
se reparten las comunidades cierto número de trenzas como una labor de antaño.
Antes de comenzar
debe realizarse un ritual a la tierra pidiendo permiso, los productos a ofrecer
son quemados durante todo un día evitando así algún accidente o mala
elaboración del puente. A la mañana siguiente se arman las trenzas grandes,
acción en que sólo participan los hombres, mientras las mujeres elaboran más
trenzas para completar el puente. Las grandes trenzas son dejadas a los
extremos del puente y, en la próxima jornada se realizan otras ofrendas
procediendo así a atarlas a dos piedras de ambos extremos para dejar caer el
viejo puente. El tercer día es el de la culminación, el maestro en tejido
remite a tejerlo como técnica familiar que va de generación en generación;
terminada la labor, las autoridades locales son quienes primero atraviesan el
puente con sus ventiocho metros de extensión. El cuarto día es para el
festejo por la renovación del puente, manifestación ésta de la vigencia de la
ingeniería incaica.
Información
extraída de:
http://cuscoperu.origenandino.com/puente-colgante-qeswachaka-canas.html
Imágenes extraídas
de:
https://almacosta.wordpress.com/2010/06/26/peru-puente-tejido-inca-reclama-su-legado/
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