viernes, 21 de octubre de 2016


Los Andes suramericanos siendo una cadena montañosa que entrelaza a gran parte de países de esta región, revela las variaciones naturales que se presentan de acuerdo al territorio, es así que incluso desde una altura considerable  puede apreciarse la diferenciación de los lugares debido a los colores que sobresalen. Lo anterior se da por el origen del agua en la zona, sea ésta proveniente del congelamiento y descongelamiento, que se diferencian como Andes de Puna o meridionales, o, los lugares en donde el agua de obtiene de los páramos, de la zona septentrional o Andes de páramo. En correlación a tal circunstancia es que el hombre termina por relacionarse con su paisaje y de ahí también que en su asentamiento se evidencia un sistema de archipiélagos, espacios que se habitan teniendo como referente al agua.     

Ahora bien, cuando los Andes cambian los caminos del Qhapaq Ñan de igual modo manifiestan conmutaciones, entonces la zona meridional denota trayectos áridos frente a la norte en que abunda el verde como muestra de vitalidad; no se desconoce en ello que sitios desérticos tienen diversidad, pero en éstos se sabe que el agua es escasa.   Así, cada camino y tipo de camino que hace parte del amplio sistema vial, es la representación del pensamiento del habitante de antaño, de los Incas que extendieron su imperio del Tahuantinsuyo (unión de caminos que relacionaron al imperio con sus dominados, sea para intercambio, comunicación e integración) y al fin y al cabo del ser humano que vivió y vive en cercanía, en su apreciación del mundo reciproca a su conocimiento basado en mitos y experiencias, en donde la oralidad proyecta sus ideas para ser abordadas desde distintos ángulos y no tan sólo con un orden lógico contemporáneo.













Imágenes extraídas de:

http://www.elciudadanoweb.com/el-camino-del-inca-fue-declarado-patrimonio-de-la-humanidad/


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