Los Andes suramericanos siendo una cadena
montañosa que entrelaza a gran parte de países de esta región, revela las
variaciones naturales que se presentan de acuerdo al territorio, es así que
incluso desde una altura considerable puede apreciarse la diferenciación
de los lugares debido a los colores que sobresalen. Lo anterior se da por el
origen del agua en la zona, sea ésta proveniente del congelamiento y
descongelamiento, que se diferencian como Andes de Puna o meridionales, o, los
lugares en donde el agua de obtiene de los páramos, de la zona septentrional o
Andes de páramo. En correlación a tal circunstancia es que el hombre termina
por relacionarse con su paisaje y de ahí también que en su asentamiento se
evidencia un sistema de archipiélagos, espacios que se habitan teniendo como
referente al agua.
Ahora bien, cuando
los Andes cambian los caminos del Qhapaq Ñan de igual modo manifiestan conmutaciones, entonces la zona
meridional denota trayectos áridos frente a la norte en que abunda el verde
como muestra de vitalidad; no se desconoce en ello que sitios desérticos tienen
diversidad, pero en éstos se sabe que el agua es escasa. Así, cada
camino y tipo de camino que hace parte del amplio sistema vial, es la
representación del pensamiento del habitante de antaño, de los Incas que
extendieron su imperio del Tahuantinsuyo (unión de caminos que relacionaron al
imperio con sus dominados, sea para intercambio, comunicación e integración) y
al fin y al cabo del ser humano que vivió y vive en cercanía, en su apreciación
del mundo reciproca a su conocimiento basado en mitos y experiencias, en donde
la oralidad proyecta sus ideas para ser abordadas desde distintos ángulos y no
tan sólo con un orden lógico contemporáneo.
Imágenes extraídas de:
http://www.elciudadanoweb.com/el-camino-del-inca-fue-declarado-patrimonio-de-la-humanidad/
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